La Organizacion Mundial de la Salud (OMS) considera actualmente a la obesidad como una epidemia global, presente en todos los países y que impacta en todos los grupos de edad, incluidas las personas mayores.

La obesidad se origina por un aumento de la cantidad de grasa en el cuerpo y no solamente por un aumento de peso que puede deberse a otros tejidos como los músculos y los huesos.

La obesidad más peligrosa, es la que se produce por tejido graso acumulado en la zona abdominal (perímetro de cintura superior a 102 cm en hombres y a 88 cm en mujeres), ya que está asociada a un mayor riesgo de infartos y otras enfermedades como la diabetes y la hipertensión arterial.

 

¿Cómo prevenir la obesidad?

Manteniendo una actividad física constante: por lo general, en las personas mayores suelen preferirse los ejercicios de bajo impacto, los cuales pueden realizarse en casa. Se recomienda al menos 30 minutos diarios de actividad física.

Consumiendo una dieta rica en frutas, verduras y cereales integrales: sin olvidar incluir aceite de oliva, legumbres, frutos secos crudos, pescado, carne de ave.

Es conveniente que para esto se reciba el apoyo de un profesional en nutrición que pueda orientar sobre la dieta que se requiera de acuerdo a las necesidades de energía.

Disminuyendo el consumo de azúcares: se ha probado que el consumo de azúcar y grasa en exceso favorece la aparición de obesidad y otras enfermedades como la diabetes.

Es muy importante consumir con moderación alimentos como bollería, galletas y dulces, así como evitar el consumo de refrescos.