Con la edad la piel cambia, se debilita y envejece, es el ciclo de la vida. Si no la cuidamos las señales de la edad son más evidentes. En el caso de las personas de la tercera edad la piel necesita cuidados especiales.
Es importante saber que las personas a esta edad son más propensas a la piel seca, especialmente aquellos que viven en zonas cálidas.
Lo real es que es inevitable detener los efectos de los años sobre la piel tanto en una mujer como en un hombre.
Según dermatólogos, a partir de los 60 años, se observan arrugas, flacidez y manchas como parte del proceso de envejecimiento en la piel. La capa externa de la piel adelgaza, se vuelve más pálida y transparente.
Problemas cutáneos más comunes
Fotoenvejecimiento
En los ancianos de muchos países, la mayoría de las alteraciones en el aspecto de la piel se deben a la exposición crónica a la radiación ultravioleta de la luz solar, y los cambios cutáneos son más pronunciados en las zonas corporales expuestas.
Prurito o picor de la piel
El prurito o picor de la piel es esa sensación tan desagradable que provoca un deseo instintivo de rascarse o frotarse. Es un trastorno muy común en los mayores y suele deberse a la sequedad de la piel, también llamada xerosis.
Herpes zóster
La enfermedad se caracteriza por la aparición de una erupción rojiza en la piel, generalmente del pecho o la espalda y con menos frecuencia de la cara, sobre la que asientan unas vesículas pequeñas, muy dolorosas, que en el transcurso de unos días evolucionan, se secan y se transforman en costras. Puede asociarse malestar general y algo de fiebre.
El acné rosácea
Trastorno inflamatorio que produce enrojecimiento, prominencia de vasos sanguíneos superficiales, lesiones sobreelevadas y a veces con pus, fundamentalmente en la parte central de la cara.
El liquen simple crónico o neurodermatitis
Engrosamiento localizado de la piel, causado por rascado repetido, que afecta al tobillo y dorso del pie, la parte anterior de la pierna, el dorso del cuello, los antebrazos y los codos.
Las úlceras venosas
Debido a la insuficiencia venosa y las ulceraciones por presión en pacientes inmovilizados o encamados.
Cuidados de la piel en la tercera edad
Aquí van algunos consejos para el cuidado de la piel en la tercera edad
A la hora del baño
Baños de tina o duchas cortas (menos de 10 minutos) y con agua tibia. Está demostrado que los baños largos y las altas temperaturas eliminan el manto graso natural de la piel, generando resequedad y picazón. Esta es una de las causas más relevantes de consulta en la tercera edad.
Evitar el jabón en barra y las esponjas. Idealmente, cambiarlo por limpiadores que sean suaves, cremosos y sin perfume, o bien sustitutos de jabón (Syndet). La piel del adulto mayor se ensucia poco y el uso de jabones o exfoliantes puede dañar e irritar su piel, que además es más delgada y sensible.
Secar en forma suave, tocar sin frotar y humectar inmediatamente después del baño. Tener la piel húmeda al aplicar las cremas hidratantes favorece la absorción de esta, disminuye la sequedad, restaura la barrera cutánea y alivia la picazón.
Humedad ambiental
Los sistemas de calefacción que eliminan la humedad del aire aumentan la resequedad cutánea y, por ende, la picazón.
Procure ventilar las habitaciones cerradas al menos una vez al día.
Cuidado de las manos
Use guantes siempre antes de realizar cualquier tipo de labor que implique el contacto con productos químicos (lavalozas, detergentes), agentes físicos (labores de jardinería o carpintería) y exposición solar. Esta medida evita la aparición de alergias e irritaciones, al tiempo que limita el riesgo de lesiones traumáticas.
Humecte sus manos inmediatamente después de efectuar las labores antes mencionadas, para recuperar el manto ácido natural de la piel.
Protección solar
Uso de filtro solar diario, aunque no esté expuesto al sol. El uso de filtro solar no se limita a la protección contra los rayos ultravioleta y el riesgo de desarrollar cáncer de la piel; también evita o retrasa el fotoenvejecimiento cutáneo, que es responsable de muchas de las manchas y arrugas que caracterizan esta etapa de la vida.
Siempre privilegie el uso de ropa que cubra la mayor cantidad de piel posible, así evitará la resequedad, limitará el daño solar y la posibilidad de lesiones físicas.
Cuidados específicos
Lave su rostro diariamente, ya sea para sacar el maquillaje como para eliminar los restos de polución ambiental a los que pudo haber estado expuesto.
Evite el uso de perfumes y productos para el cuidado de la piel que tengan fragancia, ya que favorecen la irritación, resequedad y picazón de la piel.
Hidrate siempre su piel después del lavado para recuperar la barrera protectora cutánea adelgazada por la edad e irritada por los agentes externos (agua, luz, frío, contaminación, etc.). Idealmente, use productos específicos para cada área (rostro, manos y cuerpo), ya que cada región posee características especiales.
Visitar a su dermatólogo una vez al año
El daño solar es acumulativo, por lo que en la tercera edad aumenta el riesgo de desarrollar lesiones precancerígenas o formas de cáncer de piel relacionadas con la radiación ultravioleta. La mayoría de estas lesiones, si son pesquisadas a tiempo, son curables solo con tratamiento quirúrgico.
Los cambios cutáneos relacionados con la edad son manejables o pueden aminorarse bajo la ayuda del especialista, quien supervisará su rutina de cuidados y lo asesorará en la necesidad de cuidados específicos.
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