La autoestima se define como la evaluación o imagen (tanto positiva como negativa) que tenemos sobre nosotros mismos.
Las personas mayores suelen experimentar una pérdida de autoestima durante el envejecimiento, afectando de forma directa a la conducta consigo mismos y con el resto de personas de su entorno.
Por eso, es muy importante trabajar y reforzar la autoestima. De esta manera, conseguiremos que nuestros mayores se enfrenten a los problemas de la vida con mayor seguridad y confianza.
Consejos sobre cómo combatir la falta de autoestima en mayores
Aún así, muchas personas mayores no han conseguido a lo largo de su vida algunos de estos aspectos. Esto les conduce a una etapa marcada por la falta de autoestima.
¿Cómo combatir la falta de autoestima en mayores? Te aconsejamos para que tu familiar alcance el bienestar mental:
Fomenta su autonomía
En la medida en la que nuestros mayores puedan hacer frente solos a las actividades básicas e instrumentales de la vida diaria, debemos permitirlo.
Esta leve independencia les proporciona un refuerzo mental positivo: se sienten válidos y útiles. Además, estas tareas se acaban convirtiendo en rutinas que mantienen a nuestros mayores entretenidos a pesar de que lo hagan todo con más lentitud.
Por eso, será genial que le pidas ayuda o que le necesites para algo… Una buena forma de recordarle que todavía tiene aptitudes y no está incapacitado.
En caso de que el mayor no se vea capaz porque presenta alguna enfermedad crónica o grado de discapacidad, debe pedir ayuda al cuidador familiar o al personal sanitario de la residencia en la que se encuentre ingresado.
Respeta su opinión y decisiones
Muchas veces podemos no estar de acuerdo con las perspectivas de nuestros mayores, ya que pertenecen a otra etapa y no han vivido lo mismo que nosotros.
A pesar de ello, debemos respetar en todo momento sus pensamientos, así como sus decisiones. En todo caso, les podemos aconsejar (si no se encuentran en una situación de dependencia total) para que tomen cierta decisión que creamos positiva para sus vidas.
Por otro lado, muchos sufren un deterioro cognitivo grave que afecta a su intelecto produciendo graves pérdidas de memoria. En estos casos, nuestra actitud debe ser la misma, pero con la diferencia de que éstos no tienen poder completo de decisión porque se encuentran en una situación de discapacidad intelectual.
Recordemos que son adultos y no niños, por lo que hay que tratarlos como tal para que no se sientan mal…
Anímale a tener una vida activa
Con el envejecimiento, la pasividad se hace con la vida de nuestros mayores… ¡Y esto no puede ser!
La rutina deportiva diaria es muy importante para el bienestar físico y mental de los mayores porque fortalece músculos y huesos. Se recomienda, además, realizarla en exteriores para obligarle a salir del hogar al menos una vez al día y evitar así, el autoabandono.
No debemos olvidar que es importante que nuestros mayores hagan aquello que les gusta. Por eso, buscarle diferentes opciones de actividades físicas, culturales o artísticas será una buena opción para comenzar a disfrutar de una vida activa.
Por ejemplo, juegos de mesa, que además de evitar el deterioro cognitivo, son un pasatiempo para el entretenimiento de nuestros mayores.
Ejercita su mente
No solo deben entrenar y mantener su estado físico, sino que también deben trabajar la mente para evitar su deterioro.
A través de ejercicios de agudeza mental o de cálculo, conseguimos mejorar el nivel de concentración de nuestro mayor.
Es una buena forma de estimular su cerebro y evitar que contraiga enfermedades neurodegenerativas como la demencia o el Alzheimer.
Cuida su imagen personal
Una buena forma de recuperar la autoestima es sin duda, realizar actividades diarias de autocuidado que tengan relación con la higiene personal, el cuidado del pelo o la limpieza de la ropa.
Muchos mayores no pueden hacer frente a estas tareas de forma autónoma en sus casas. Por eso, nuestra residencia tiene en cuenta servicios como el de peluquería o el de podología para suplir estas necesidades.
Asimismo, el protocolo de higiene personal en residencias o el de marcado de la ropa, suben la autoestima de los residentes, ya que se sienten limpios y organizados.
Ayúdale a aceptar el nuevo rol
La aceptación de la vejez como una nueva etapa de la vida de nuestros mayores, no es nada fácil para ellos.
Se niegan a aceptar que aparezcan dolores crónicos, enfermedades o el propio envejecimiento de la piel. En vez de sentirse realizados y ver la vejez como el resultado de una vida bonita y un momento para disfrutar de todo aquello que desean (ya que tienen más tiempo libre), la ven como la última etapa de su vida y es entonces, cuando llega la angustia.
No aceptan que cada vez son más dependientes y comienzan a sentirse una carga para su entorno.
Por eso, las residencias trabajamos cada día para fomentar el envejecimiento activo mediante actividades para mayores en residencias, la terapia ocupacional en geriatría o la fisioterapia en residencias.
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