Las altas temperaturas del verano, especialmente en veranos con máximas tan altas como el actual, son un factor de riesgo y una amenaza para la salud, especialmente de las personas mayores, que son particularmente sensibles a los efectos de las altas temperaturas.

Es habitual encontrar en televisión y prensa notícias relacionadas con la muerte de personas mayores víctimas de un golpe de calor.

Existen numerosas razones para la vulnerabilidad de los ancianos ante el calor. La capacidad de las personas a notar cambios en su temperatura corporal disminuye con la edad.

Muchas personas mayores también tienen condiciones subyacentes de salud que los hacen menos capaces de adaptarse al calor: obesidad, enfermedad coronaria, demencia, diabetes y otras enfermedades crónicas.

Además, muchos medicamentos que las personas mayores toman pueden contribuir a la deshidratación, como son el caso de los diuréticos, los prescritos para la hipertensión y para la enfermedad de Parkinson.

Afortunadamente, algunas precauciones simples son todo lo que necesita para mantenerse a salvo.

Tomar muchos líquidos

La deshidratación es la raíz de muchos problemas de salud relacionados con el calor. Beba mucha agua o zumo, incluso si no tiene sed. Pero recuerde que debe evitar las bebidas alcohólicas o con cafeína, ya que en realidad pueden contribuir a la deshidratación.

Tomar alimentos ricos en agua

Además de beber líquidos, otra buena idea es la ingesta de alimentos muy rícos en agua, tales como el melón y la sandía.

Usar ropa adecuada

Un viejo refrán sueco dice, «No hay tal cosa como el mal tiempo, sólo mala ropa». Cuando hace calor, usar ropa de colores claros, ligera, holgada y un sombrero de ala ancha. El algodón y el lino son los mejores aliados para los días de calor.

Por otro lado, las prendas acrílicas y, en general, las sintéticas son poco recomendables.

Permanecer en el interior durante el medio día

Evitar exponerse al sol durante los períodos de calor extremo. Las horas del día de más calor, donde el sol incide más pues se encuentra totalmente perpendicular sobre nuestras cabezas, son entre las 12:00-16:00 horas.

El mejor momento para hacer recados o estar al aire libre es antes de las 10:00h o después de las 18:00, cuando la temperatura tiende a ser más fresca.

Calma

Hay que evitar hacer ejercicio y la actividad extenuante, sobre todo al aire libre, cuando hace mucho calor. Este consejo es apropiado para todas las personas, pero muy especialmente para las personas más mayores.

Buscar ambientes con aire acondicionado

Los mayores cuyos hogares no disponen de aire acondicionado deben considerar la búsqueda de un lugar con aire acondicionado para pasar el tiempo durante extrema calor. Un centro comercial, la biblioteca o una sala de cine son las opciones más populares.

Los mayores que no puedan acceder fácilmente a un lugar con aire acondicionado pueden considerar darse un baño fresco o una ducha.

También hay pesonas muy sensibles al aire acondicionado. En estos casos es recomendable mantener el lugar fresco, evitando que entre mucho el sol (cerrar persianas, usar cortinas, toldos…) y se puede crear una agradable corriente de aire abriendo varias puertas o ventanas. Tampoco falla el uso del clásico ventilador.

En el caso de que la persona prefiera estar fuera de la casa, debería buscarse un lugar donde lo más fresco posible: un porche, una terraza con toldo. Cualquier cosa que evite que incida el sol directamente.

Conocer las señales de peligro

Problemas de mareos, náuseas, dolor de cabeza, palpitaciones, dolor de pecho, desmayos y respiración acelerada son señales de advertencia de que la ayuda se debe buscar inmediatamente.

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En el caso de personas mayores que residan en una residencia de ancianos, es importante que las instalaciones y hábitos internos se orienten en verano a mantener el confort y la salud a pesar de las altas  temperaturas externas.

Mantener un clima y temperatura estable y agradable en el interior de la residencia, contar con zonas externas de ocio bien protegidas de la incidencia del sol directo y contar con suficiente personal bien cualificado no es un lujo, es una total necesidad que toda residencia debe ofrecer a sus residentes.

En este sentido, Residència Sol i Natura, cuenta con los bienes materiales y personal profesional adecuado para conseguir dicho objetivo. Un edificio de nueva construcción, construido con materiales de alta calidad que aislan de temperaturas extremas (calor y frío), habitaciones individuales y compartidas con aparato de aire acondicionado, gran espacio de terrazas y jardín bien acondicionado… todo diseñado pensando en el confort y salud de nuestros queridos residentes.

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