Es habitual que en la tercera edad se produzca en el anciano una pérdida de interés por el mundo exterior, el entorno y todo lo que le rodea, mientras que, por el contrario, aumenta la preocupación por todo lo relacionado con su cuerpo y el deterioro típico de la vejez.
Vamos a considerar, a continuación, algunos síntomas y comportamientos típicos -y naturales- de muchas personas mayores al encarar la vejez y cómo especialmente desde las residencias de ancianos buscamos fomentar, mediante actividades y terapias ocupacionales específicas, el interés de estas personas en su entorno y lograr, en definitiva, mejorar su calidad de vida.
La vejez no es una enfermedad, sino una etapa más de la vida con sus cosas buenas y malas, como cualquier otra. Sí que es verdad que, durante este periodo se incrementan los problemas de salud, los problemas físicos, produciéndose también, una disminución de la actividad intelectual, con pérdida de la memoria y deterioro de la agudeza perceptual.
El anciano experimenta una menor capacidad para adaptarse al medio en el que vive. Su estado de ánimo suele decaer y aumentan los componentes depresivos y diferentes temores ante la soledad, la indefensión y la muerte. Crece el desinterés por todo lo que les rodea. No les gusta nada y se muestran gruñones y regañones quejándose constantemente.
Podemos clasificar estas actividades según su propósito. Así, por un lado, nos encontramos con aquellas que buscan potenciar la creatividad, la productividad y la capacidad artística. Por otro, las que hacen frente a las limitaciones físicas, favoreciendo el mantenimiento de un funcionamiento psicomotriz adecuado, trabajando equilibrio, flexibilidad y expresividad corporal.
Junto a éstas, se desarrollan otras actividades de tipo psicológico con las que se persigue la integración de la persona mayor y su socialización. Algunas van dirigidas a aumentar el sentimiento de utilidad y autoestima personal, otras a desarrollar la capacidad del disfrute y de apertura hacia nuevos intereses, fomentar la comunicación, la amistad y el establecimiento de relaciones interpersonales.
Otra forma de conseguir acabar con el aislamiento en las personas de la tercera edad es a través de las actividades socio-recreativas. Mediante excursiones, visitas, fiestas, bailes, manualidades y juegos de mesa se propicia el establecimiento de relaciones interpersonales entre los residentes y su integración social, además de tener efectos favorables sobre la salud y el bienestar psicológico.
El trabajo que realizamos en las residencias geriátricas para acabar con el aislamiento en las personas mayores, es realmente significativo y el porcentaje de éxito, bastante elevado.
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Amplio abanico de actividades
Existen distintos tipos de actividad que pueden ser utilizadas de manera conjunta y adaptadas a las necesidades y características del anciano:
- Actividad artística y cultural
- Actividad deportiva
- Actividad pedagógica
- Actividad ambiental
- Actividad terapéutica
Los tipos de actividad artística, cultural, deportiva y pedagógica tienen por finalidad principal el mantenimiento, desarrollo y recuperación de habilidades diversas; servir de estímulo de la creatividad y posibilitar experiencias que contribuyan al bienestar y autoestima de los participantes. Por otra parte, estas actividades propician el establecimiento de relaciones interpersonales y la integración social de los sujetos, con independencia de sus favorables efectos sobre la salud y el bienestar psicológico.
La actividad ambiental, además de propiciar el disfrute de las relaciones con el medio ambiente, propicia la identificación con este, y fomenta el desarrollo de una cultura sostenible y la motivación por su preservación.
La actividad terapéutica, puede estar orientada a personas con problemas funcionales, físicos o psicológicos y puede ser ella misma vehículo o instrumento de rehabilitación o complemento de programas diseñados a estos fines.
En fin, de lo que se trata es de emplear las actividades de ocio y de recreación para el fomento de estilos de vida en el adulto mayor, que propicien su salud y bienestar y lo impliquen en acciones que le sirvan como instrumento para el crecimiento la autodeterminación personal y su adecuada inserción en la vida comunitaria y social.
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Beneficios de las terapias ocupacionales
Los beneficios obtenidos por los ancianos al participar en las distintas actividades programadas por profesionales expertos en terapia ocupacional y psicólogos son muchos y muy variados.
Destacamos, de entre todos, los que ayudan al anciano a mejorar las relaciones interpersonales y la integración social. Algunos de los beneficios más destacados son:
Potenciar la creatividad y la capacidad estética y artística.
Favorecer el mantenimiento de un funcionamiento psicomotriz adecuado.
Fomentar los contactos interpersonales y la integración social.
Mantener, en cierto nivel, las capacidades productivas.
Hacer frente a las disminuciones y limitaciones físicas.
Mantener equilibrio, flexibilidad y expresividad corporal.
Servir como medio de distensión y enfrentamiento activo al estrés y las tensiones propias de esta etapa de la vida.
Contribuir al mantenimiento del sentimiento de utilidad y autoestima personal.
Fomentar la creatividad y productividad en el uso del tiempo libre.
Mantener o desarrollar la capacidad del disfrute lúdico y la apertura hacia nuevos intereses y formas de actividades.
Fomentar la comunicación, la amistad y el establecimiento de relaciones interpersonales ricas y variadas.
Propiciar el bienestar y la satisfacción personal.
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En Residencia Sol i Natura nos tomamos el bienestar de nuestros mayores muy en serio. Para ello hacemos que el residente participe de la vida del centro, mediante su implicación en las diversas actividades de ocio, no solo como distracción sino como terapia para ayudarle a socializar, mantener sus capacidades físicas y cognitivas en las mejores condiciones posibles y, en definitiva mejorar su calidad de vida.
Destacamos, entre las diversas actividades que llevamos a cabo con nuestros mayores, actividades programadas como: calendario del mes, juegos de mesa, bingo (semanalmente), árbol estacional, fichas cognitivas, estimulación cognitiva oral, canciones, refranes en grupo, mandalas, juegos físicos (anillas, bolos, pelota…), celebración de cumpleaños, cinefórum, talleres (carnaval, San Valentín, primavera, Sant Jordi, Sant Joan, castanyera, preparación de panellets…
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